Me hace sentir como una auténtica yonqui, con la misma dependencia que los drogadictos necesitan cada día su droga. Había veces que ni dormía, sólo esperaba a que ella apareciera, con su mirada y su media sonrisa. Las ansias de sentirla ni me dejaban vivir. Había mañanas que parpadeaba infinitas veces y despúes, me apoyaba sobre su pecho para comprobar que era verdad, que estaba allí, conmigo. Nos emborrachábamos de besos y viviámos de impulsos recién salidos del corazón. Y sí, puede parecer que ahora mismo esté de pie, pero mis rodillas seguirán temblando cada vez que sepa que ella, va a aparecer por la esquina .
kalu uapi m nkanta tu blog nuevo jeje io me exo otro tb ia t sigo :DD tqieromuxo
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